Juan Bautista Alberdi y el Bloqueo Anglo-francés:
Residente en Chile, Juan Bautista Alberdi, otrora encarnizado adversario político del General Rosas, escribe respecto a la posición del Gobierno de la Confederación Argentina ante el bloqueo y ataque de Inglaterra y Francia en 1847:
“ Rosas no es un simple tirano a mis ojos. Si en su mano hay una vara sangrienta de hierro-dice-, también veo en su cabeza la escarapela de Belgrano. No me ciega tanto el amor de partido, para no conocer lo que es Rosas bajo ciertos aspectos. Sé, por ejemplo que Simón Bolivar no ocupó tanto el mundo con su nombre como el actual gobernador de Buenos Aires. Sé que el nombre de Washington es adorado en el mundo, pero no más conocido que el de Rosas. Los Estados Unidos, a pesar de su celebridad, no tienen hoy un hombre público más espectable que el General Rosas. ¿Qué orador, qué escritor célebre del siglo XIX no le ha nombrado, no ha hablado de él muchas veces?.Guizot, Thiers, O’Connell, Lamartine, Palmerson, Aberdeen, ¿cúal es la celebridad parlamentaria de esta época que no se haya ocupado de él hablando a la faz de la Europa?. Si se perdiesen los títulos de Rosas a la nacionalidad Argentina, yo no contribuiría con un sacrificio no pequeño al logro de su rescate”.
“Me es más fácil declarar que explicar el motivo porque me complazco en pensar que Rosas pertenece al Río de la Plata”.
“Hablar de la espectabilidad de Rosas es hablar de la espectabilidad del país que representa. Rosas y la República Argentina son dos entidades que se suponen mutuamente: él es lo que es porque es argentino; su elevación supone la de su país; el temple de su voluntad, la firmeza de su genio, la energía de su inteligencia, no son rasgos suyos, sino del pueblo, que él refleja en su persona”.
Residente en Chile, Juan Bautista Alberdi, otrora encarnizado adversario político del General Rosas, escribe respecto a la posición del Gobierno de la Confederación Argentina ante el bloqueo y ataque de Inglaterra y Francia en 1847:
“ Rosas no es un simple tirano a mis ojos. Si en su mano hay una vara sangrienta de hierro-dice-, también veo en su cabeza la escarapela de Belgrano. No me ciega tanto el amor de partido, para no conocer lo que es Rosas bajo ciertos aspectos. Sé, por ejemplo que Simón Bolivar no ocupó tanto el mundo con su nombre como el actual gobernador de Buenos Aires. Sé que el nombre de Washington es adorado en el mundo, pero no más conocido que el de Rosas. Los Estados Unidos, a pesar de su celebridad, no tienen hoy un hombre público más espectable que el General Rosas. ¿Qué orador, qué escritor célebre del siglo XIX no le ha nombrado, no ha hablado de él muchas veces?.Guizot, Thiers, O’Connell, Lamartine, Palmerson, Aberdeen, ¿cúal es la celebridad parlamentaria de esta época que no se haya ocupado de él hablando a la faz de la Europa?. Si se perdiesen los títulos de Rosas a la nacionalidad Argentina, yo no contribuiría con un sacrificio no pequeño al logro de su rescate”.
“Me es más fácil declarar que explicar el motivo porque me complazco en pensar que Rosas pertenece al Río de la Plata”.
“Hablar de la espectabilidad de Rosas es hablar de la espectabilidad del país que representa. Rosas y la República Argentina son dos entidades que se suponen mutuamente: él es lo que es porque es argentino; su elevación supone la de su país; el temple de su voluntad, la firmeza de su genio, la energía de su inteligencia, no son rasgos suyos, sino del pueblo, que él refleja en su persona”.